La verdad de la OUIJA

Quien no escucho sobre este curioso juego, algunos hasta pueden afirmar haberlo jugado y decir que fue una experiencia inolvidable, muchas formas de jugarlo, con elaborados tableros o hasta con un vaso y unos pedazos de papel, el punto está en saber invocar al “espíritu” de la persona que deseas te dé algún tipo de información.

Lo que muchas personas no saben es que los espíritus como así los llamamos comúnmente no vuelven con solo llamarlos con un tablero, viene algo más que dista mucho de ser un alma humana. La explicación a esto radica en que la esencia del ser humano se compone de dos partes, el “ser” y el “yo”. El “ser” es la parte divina por así decirlo, es la parte que cuando uno muere se va al cielo o al infierno o a donde creas que se va, eso en el caso de que creas que de verdad tenemos un espíritu, se podría decir que es la conciencia del ser humano;  el “yo “ es la parte humana, la parte mundana, la parte que tiene todas las experiencias y rasgos propios de ti y también es la parte que se queda a podrirse con tu cuerpo cuando mueres. Cuando uno se reúne con sus amigos a jugar la guija eh invoca al espíritu de tu abuela o tu tatarabuelo o de algún nombre que viste un día en el cementerio, en realidad esa “persona“ jamás viene, ¿por qué harían caso a un chico o chica que se aburrió y no tuvo mejor idea que fastidiar a los muertos?; lo que en realidad viene es un demonio que toman el “yo” de aquella persona a la que invocas con tanta emoción y por ello saben todo de esa persona, obviamente él te responderá lo que tú quieras saber, pero a cambio te puede pasar algo dependiendo de qué demonio acuda a tu llamado, o es que acaso no escuchaste de las posesiones demoníacas  o de las histerias colectivas que suceden después de realizar este juego. Por eso si estas aburrido y piensas en reunir a tus amigos para ver como es este juego piénsalo dos veces, pues cualquier cosa puede acudir a tu llamado, menos un difunto conocido.