domingo, 3 de agosto de 2025

El hombre del sombrero

 

Esta historia está basada en acontecimientos reales, se recomienda discreción del lector.



Recuerdo bien que era alrededor de fines del 2017, vino a mi mente la dolorosa partida de mi abuela, ella durante muchos años había sido una persona sumamente fuerte mentalmente hablando, no le gustaban las divagaciones ni hablar fuera de contexto o sentido, era una persona hábil a quien le gustaba mucho leer en su tiempo libre, recostada en su cama, después del almuerzo.

La enfermedad que le dio, desconocida para nosotros su familia en ese entonces, iba mermando cada vez más su salud, algunas veces mientras estábamos en la casa, oímos que mi abuela entre sueños conversaba con alguien, o bueno balbuceaba, una vez me atreví a ir hacia su cuarto mientras dormía para poder escuchar lo que decía, algunas palabras no tenían sentido, tal vez porque eran palabras complejas, solo reconocía cuando decía “NO”, al despertar yo le preguntaba acerca de ese sueño y sobre todo qué decía en ese momento, en un principio me decía que no recordaba, estos sueños eran recurrentes, sobre todo en las tardes, donde podía escuchársele desde la sala, que mantenía conversaciones muy amenas, pero que de pronto sufría un cambio brusco y esta acababa siempre con un “NO”.

De igual forma que antes solía preguntarle ¿Con quién hablas? Esta vez sí se atrevió a decirme, me dijo que recordaba cuando era niña, que estaba jugando con sus amigas y que de pronto se aparecía un hombre vestido de forma elegante, pero antigua, con un sobrero de copa, le decía ¿Le conoces? No, me respondía, no lo conozco ¿Entonces de que le hablas tanto? Le repliqué, me dijo que de alguna forma le parecía muy familiar, que sabía muchas cosas de ella y que haciendo memoria siempre llegaba a interrumpir el juego con la excusa de llevarla a casa junto a su mamá.

Tal vez estas divagaciones de mi abuela no eran tomadas en cuenta porque sentía que era raro aquello que me contaba, esta misma historia se la conté a mi mamá quien al oírla lloró desconsoladamente, indicando que el tiempo de mi abuela estaba próximo a expirar.

Yo, por otro lado, no lo creía así, hasta que un día me dejaron a su cargo y tenía que llevarle al baño, basta decir que la enfermedad que padeció mi abuela fue decrepitarte, a tal punto que le impedía realizar sus actividades diarias, necesitando ayuda hasta para ir al baño y asearse, mientras la llevaba en el trayecto de su cama hacia el baño, se sentó y vio muy asustada una parte del cuarto, donde no había absolutamente nada, me dijo me da miedo “agárrame la mano no me sueltes” eso hice, la tomé firmemente y ahuyente a todo ser que pudiera molestarla, la llevé al baño y dejé en su cuarto.

Semanas después de este suceso, mi abuela falleció.

Esta historia se la conté a una persona con quien compartía el camino en ese momento, ella me dijo “así que él también se apareció” ¿Él quién? El hombre del sombrero me dijo, me explicó que tuvo un terrible accidente donde casi pierde la vida y que muchas veces inconsciente en su cama venía alguien a visitarla en las noches donde no había nadie, pero este no le hablaba, solo la visitaba, era un hombre de mucha altura y siempre de traje antiguo con un sombrero de copa, me dijo que en el hospital donde estaba en cuidados intensivos por el terrible accidente que padeció podía sentir que estaba en una habitación rodeada de gente y que este hombre solía acercarse a esas personas para hablar con ellas, ella no recuerda que alguna persona haya fallecido, pues me dijo que apenas salió de UCI la derivaron a otra sala.

Me dijo que este hombre ella lo considera la muerte misma, que viene a visitar a las personas, pero que su presencia no da miedo, sino que es como alguien conocido como un familiar, que sabe que cosas te gustan, que suele conversar mucho con personas de su interés y aquellas que no, solo la mira de reojo, pero que su mirada se siente como si lo hiciera fijamente, no es que se entre en pánico, sino que es raro, que alguien te mire con tanta intensidad.

Sin saber que este era un relato que tiene cientos y miles de coincidencias, fue mi primer acercamiento con una entidad paranormal que posiblemente habité en una dimensión distinta a la nuestra que tiene lástima o pena por aquellos que pronto perecerán, entendí que su presencia no asusta o de miedo, sino que es como la presencia de un familiar quien espera pacientemente por ti.

Existen muchas entidades parecidas a este hombre; sin embargo, a este debe reconocérsele por ser inofensivo, pues no ha mostrado aspectos de temor o amenaza, no confundirlo con los seres de las sombras o demonios nocturnos.

 

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